miércoles, 25 de enero de 2012

Hoy te quiero, pero mañana te odiaré. El único problema es que pasado mañana volveré a necesitarte, y lo sabes, y es ahí cuando empiezas a jugar sin reglas. No respetas nada, regalas sonrisas y robas besos, sin pensar en las consecuencias que puedan tener sobre mí. Pero claro, en este ''juego'' de amor-odio participas tú, y un yo, que te quiere; así que si pierdes no te importa, y me dejas ganar cuando lo necesito. Y es aquí cuando yo, en vez de seguir con mi vida y olvidarte, te convierto en el centro de mis alegrías y en el culpable de mis tristezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario